'En reconocimiento a su eficiente y brillante labor durante su histórica etapa profesional en la Monumental de Las Ventas contribuyendo con ello a su mayor prestigio ganadero y a la superior categoría de sus festejos taurinos.'
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Madrid, 10 de Diciembre de 1025
Un año más, y cuando se cumple el XXV aniversario de la fundación del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, se ha celebrado la tradicional comida de Navidad en el restaurante 'Sotero' de Madrid con una muy estimable asistencia de afiliados y amigos en un fraternal ambiente en este tiempo festivo de conmemoración del nacimiento de Jesús y desde la común afición taurina en recuerdo de los que integraron la gloriosa dinastía torera de Bienvenida y presidido por el último de ellos, Miguel Mejías "Bienvenida".
Una ocasión propicia para ofrecer este encuentro navideño a una persona como Don Florencio Fernández Castillo, el célebre Florito, mayoral de la plaza de toros de Las Ventas que, tras 39 años de servicios prestados, ha alcanzado la fecha de jubilación despidiéndose de "su plaza" en la corrida de la Hispanidad de la pasada feria de Otoño de Madrid.
Un acto emotivo y entrañable en reconocimiento y homenaje a Florito que se inició con los acordes del himno nacional y se clausuró con el pasodoble Joselito Bienvenida en honor a la dinastía, y que fue presentado y dirigido por Juan Lamarca, vicepresidente de la asociación bienvenidista, para ir dando paso a las brillantes intervenciones de distintas personalidades siendo el colofón la entrega a Florito de una placa conmemorativa por parte de Miguel Mejías "Bienvenida" que tras unas palabras de admiración y afecto.
Las expresiones de gratitud de Florito resultaron tan emotivas como ilustrativo fue su relato sobre el largo recorrido desde su llegada a las Ventas con 26 años de edad de la mano del empresario Manuel Chopera que lo había descubierto en la plaza de Talavera de la Reina.
Desde el primero momento, explicaba Florito, fue consciente de su inexperiencia y modesta posición ante el difícil reto al que se enfrentaba, pero con el firme propósito del "saber estar y saber respetar" advirtiendo la necesidad de "aprender cuatro idiomas", el de la autoridad, el de los ganaderos, el del respeto al público y el de la mentalidad de los aficionados de Madrid para el desempeño de su labor apoyado siempre en su criterio de aficionado leal y ofreciendo su experiencia y buen conocimiento a las distintas empresas que se sucedieron en la plaza de Las Ventas con plena dedicación, con esfuerzo y sacrificio en su tarea de cabestrero y mayoral de una plaza de temporada como la de Madrid y de su responsabilidad, en distintas etapas como veedor y seleccionador de toros para las corridas de Las Ventas, con especial empeño para esta última temporada para la que ya tenía tomada, desde la anterior, la decisión de su retirada para irse con toda dignidad, no por la "puerta grande" sino con toda modestia por la misma donde entró hace casi cuatro décadas, por la puerta de arrastre.
Finalmente reconoció Florito haberse sentido en la obligación de pedir perdón a su esposa e hijos por el "tiempo robado" a causa de su intensa dedicación vocacional, según afirmó, y que desde la comprensión, apoyo y amor recibido de ellos se siente muy orgulloso de la querida familia que ha logrado crear.
La emoción de Florito en su palabras finales de gratitud fue compartida por los asistentes que le rindieron la clamorosa ovación que no recibió del público de Las Ventas, por las circunstancias especiales surgidas, en su última tarde del 12 de Octubre de 2025.
Previamente Juan Lamarca había dejado constancia del afecto personal a Florito resaltando sus cualidades humanas, y el reconocimiento a su excepcional desempeño profesional que lo elevó a las más altas cotas de dignidad y prestigio, de lo que fue testigo a lo largo de tantas temporadas de servicio gubernativo en festejos taurinos de Las Ventas compartidas con Florito en sus tareas ganaderas y durante las etapas empresariales de Manuel Chopera, y los Hermanos Lozano.
Juan Lamarca no dejó de recordar aquellos tiempos vividos con Florito en sus respectivas responsabilidades, y citando de forma muy emotiva a otras entrañables personas, ya fallecidas, protagonistas inolvidables como el presidente José Luis del Río, los empresarios Pablo Lozano y Manolo Cano, o los veterinarios José Manuel Durán y José Pedro Gómez Ballesteros.
A continuación el escultor Mariano Cobo obsequió a Florito con una magnífica obra, un toro en bronce como como símbolo de intensa relación con el ganado bravo.
Las sucesivas intervenciones de personas representativas y relacionadas con el tiempo de Florito pusieron de manifiesto el afecto personal que se había granjeado el irrepetible mayoral de Las Ventas y el reconocimiento a su importante y eficaz desempeño del cuidado del ganado en los corrales y durante las operaciones reglamentarias de reconocimientos facultativos de las reses desde su desembarque hasta su enchiqueramiento, además de resaltar la popularidad y admiración pública que se ganó con su efectiva y espectacular actuación en sus salidas el ruedo de la plaza con sus adiestrados bueyes en los frecuentes casos de devolución reglamentaria de toros a los corrales.
Y así lo corroboró en su turno el facultativo Juan José Urquía, actual miembro del Consejo Taurino de la CAM, añadiendo que durante su apasionante experiencia en la plaza de toros de Madrid resultó máxima la confianza que le inspiraba, junto a sus compañeros veterinarios, la habitual eficiencia de Florito en los reconocimientos de reses en los corrales e, incluso, en su apoyo en dictámenes sobre la aptitud para la lidia de determinados toros problemáticos.
El estamento presidencial le representó el Inspector jefe del CNP, Julio Martínez, afirmando que siendo el toro en su integridad y trapío fundamento esencial para la corrida, y estimando el coso de Las Ventas como el "Vaticano" de la Fiesta, considera a Florito el alma de la seriedad y prestigio de la primera plaza del mundo desde su acierto en la selección en el campo los toros apropiados, colaborando con ello al buen criterio y acierto en las resolución del presidente.
Javier Hurtado, periodista de Tendido cero de TVE, haciendo un símil cinematográfico respecto a la papel del actor secundario, destacó la superior importancia de Florito, desde su actitud humilde y respetuosa, en sus funciones de cabestrero con el asombroso manejo en el ruedo de unos bueyes obedientes a su voz y gesto gracias a su constante y magistral adiestramiento de los animales, mostrándose, además y en todo momento, en discreta presencia vara en mano y con significativa modestia al recibir las ovaciones del público.
El relevante periodista, desde su experiencia profesional y del conocimiento histórico del toreo, consideró a Florito como un auténtico personaje, un caso único en la historia de la Fiesta del que no existe parangón, valorado y respetado por todos los integrantes del estamento profesional taurino.
El prestigioso y "perpetuo" periodista de la agencia EFE, el bueno de Juan Miguel Núñez Batles, consideró que glosar la figura y obra de Florito es de lo más fácil y sencillo al resultar tan evidente sus excelsas virtudes personales y tan insuperables dotes profesionales que nos han hecho felices, aseguró, durante tantos años, al tiempo de hacer mejores con su labor a los ganaderos como así pueden testimoniar Jiménez Pasquau y Sánchez Arjona, aquí presentes, o a los matadores Andrés Caballero, Luis Miguel Campano, Jesús Pérez "El Madrileño, o Paco Machado. Todo ello es motivo de agradecimiento al gran Florito, exclamó Núñez, añadiendo que también se merece gratitud al dejarnos un sucesor en la persona de su hijo, Álvaro Fernández, sin duda gracias a la trasmisión vocacional de su padre, por el hecho insólito de renunciar a su brillante y próspera profesión de ingeniero aéreo espacial para convertirse en mayoral de Las Ventas aunque sea considerada como la plaza más importante del mundo, concluyó Juan Miguel Núñez.
Tras estas sensibles y aplaudidas palabras "se tiraron al ruedo" dos espontáneos para mostrar su amistad y reconocimiento a Florito. Uno, el veterinario Javier Morales para fundirse en un abrazo con su admirado amigo con el que compartió tantas vivencias en Las Ventas, y otro el encomiable editor taurino, Vidal Pérez Herrero, para obsequiarle con un ejemplar biográfico de Ángel Luis Mejías "Bienvenida", obra de Muriel Feiner, con una lámina del mejor pintor taurino actual, Diego Ramos.
Y así se llegó al final de una jornada memorable con los deseos de una feliz Navidad y un grandioso año taurino próximo en una España mejor entre los sones del pasodoble 'Joselito Bienvenida' en memoria de dinastía torera.
